martes, 23 de octubre de 2007

Cuestión de estatus

Estoy en el autobús abstraido jugueteando con el móvil cuando el chico sentado a mi izquierda intenta entablar conversación conmigo y más mal que bien me pregunta por esa antigualla de teléfono que sostengo en la mano y si no tengo dinero para comprarme uno nuevo.
No puedo evitar mirar al chico de arriba a abajo y pensar que estamos yendo en un autobús y no en uno de esos tanques móviles que tanto se ven por aquí, por qué cuando más grande y brillante mejor, y que su móvil no es ninguno de última generación como para que vaya aleccionando a la gente con su estilo, gracia y fortuna.
Y ello me hace pensar en cómo en Camboya es muy importante la demostración del estatus de cada uno que se demuestra, básicamente, a través del teléfono y del coche.
Las calles están plagadas en sus aceras de tiendas de móviles relucientes y enormes coches, muchos de ellos 4 x 4, que también saturan el tráfico.
La respuesta que le doy no la entiende pues le digo que mi teléfono aunque viejo es robusto, funciona perfectamente y la batería me aguanta unos 4 días al no tener ni colores ni sonidos polifónicos, y que no necesito más. Y me contesta que sólo cuesta unos 100 dólares. Y cuando le pregunto cuánto cobra me contesta que un poco más de 100 dólares. ¡Comprarse un teléfono con el salario de un mes! Echando cuentas del salario medio en España sería como comprarse un teléfono de unos 1.250 euros. La verdad es que por ese precio más valdría que hasta me hiciese un masaje y me pasase peliculas como si estuviese en el cine. De nada sirve argumentar, pues no lo entiende, que prefiero gastarme el dineo en otra cosa y que él puede claramente intuir que tengo ese montante ya que un billete de ida y vuelta a España no te sale por menos de 1.00o dólares. Para él tengo que ser pobre por mucho que le dé explicaciones.
Del mismo modo que me han preguntado más de una vez si soy pobre por no querer subirme a un motodop (moto taxi) ya que prefiero ir en el coche de San Fernando, un rato a pie y otro andando.
¿Por qué ir a pie si te pueden llevar? Y ¿por qué ir en moto si puedes ir en coche? Y, ¿por qué ir en coche pequeño cuando te pueden llevar en un mastodóntico 4 x 4? Ésa es su filosofía.
Un par de anécdotas sirven para ilustrar mejor como piensan ellos.
Este verano a una chica que estuvo por aquí le robaron la mochila con bastante dinero dentro en un pueblo pequeño. Al día siguiente una persona que no tenía nada se compró un móvil de ¡400 dólares! Eso sí, luego tendrá que ir tirando de la electricidad de otro para cargar la batería, pero la electricidad ya no forma parte del estatus.
Lo segundo es ver todos esos Lexus, sí, sí, Lexus, 4 x 4 pululando por aquí, con sus ruedas anchas y su coraza que les hace parecer indestructibles. La verdad es que los comparas con algún Porsche Cayene (hoy los he visto por primera vez en la capital) y éste último te parece pequeño y de juguete por lo voluminoso que resulta el otro.
Pues hay que saber que la gran mayoría de esos coches son de segunda mano, legales o ilegales muchos de ellos. Los coches tienen una apareciencia magnífica pues nos se aprecia raya alguna en sus brillantes y cromadas superficies. Pero si te vas algún día a una tienda de coches (y no hablo de concesionarios porque son más bien tiendas multimarca: todo se compra y todo se vende) verás a algún enjuto camboyano en cuclillas lavando, pitando o cromando para que todo reluzca y resalte más. Por unos 10.000 dólares puedes conseguir uno de esos coches de segunda, tercera o "quien-sabe" mano. Y quien no puede con el coche se compra una moto.
Y al pasearte por las aldeas ves chozas, porque a veces a ese habitáculo en el que viven sólo se le puede describir así, y ves motos nuevas de trinca en la puerta y a alguien sacando brillo a un móvil que tiene conexión a internet en un país en el que no hay cobertura móvil de internet y cuyo dueño no puede hacer uso de los cientos de mensajes de texto que te ofrecen las operadoras porque no sabe una palabra de inglés para escribir al menos uno.
Pero no haces preguntas, has aprendido, está claro que el saber inglés no forma parte del estatus.